Desde el área de Ciencias Naturales se busca en los estudiantes y docentes despertar la preocupación por formar un pensamiento cotidiano capaz de dar respuesta necesaria a las situaciones inherentes de su existencia y su relación con la naturaleza producto del día a día en la labor de enseñanza-aprendizaje, ayudando entonces a tomar mejores decisiones como estudiantes o como seres sociales en un entorno.
El ser humano a diario piensa en que ropa me puedo
poner hoy, que película ver en el cine, donde ir comer, donde ver los partidos
del mundial, pero también Einstein tuvo que pensar para desarrollar la teoría
de la relatividad, Lavoisier para escribir sobre la ley de la conservación de
la materia o Pitágoras para construir su tan famoso teorema. Esto significa que
las fronteras entre el pensamiento cotidiano y el pensamiento científico se
encuentran en la profundidad de las cosas y en la capacidad de abstracción por
lo cual ambas formas del pensamiento no se oponen, simplemente se complementa
para dar respuesta de forma asertiva a nuestros problemas y ser capaces de
descomponerlos y recomponerlos para buscar la solución a ser felices, a vivir
en armonía a ser coherentes con nuestros actos y lo más importante ser personas,
personas capaces de buscar resultados distintos, sin hacer siempre lo mismo.
Por: Edwin Esteban Castellanos.
Licenciado en Ciencias Naturales y Educación Ambiental.
Por: Edwin Esteban Castellanos.
Licenciado en Ciencias Naturales y Educación Ambiental.
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